lunes, 17 de abril de 2017




Lima



Azul o gris. Sombrillas o paraguas. Helados o café. No pues, así no se puede. Parece que el firmamento de la capital limeña no quiere darnos un motivo para escapar de la casa, del trabajo o de los estudios, con el fin de disfrutar la temporada de playas y piscinas. En vez de cumplir nuestras plegarias veraniegas, persiste en ofrecernos una fachada gris: el clásico cielo gris panza de burro.

¿Qué loco, no? pensarían los extranjeros al arribar a la Ciudad de los Reyes en pleno verano. Hay días que no arden ni queman, pero sí un bochorno del demonio perenne bajo esa Lima gris que no deja de sorprender al peatón, al visitante, al gringo o a los trabajadores que pasan largas horas bajo el sol.

La horrible no sería Lima, sino su infinito mar de nubes como lo señalaría el escritor peruano Salazar Bondy en su famoso ensayo Lima la horrible, claro que no sería el primero en citar esta frase en el país. Ese mérito lo tiene el destacado arquitecto Héctor Velarde Bergmann, quien bautizó con esta descripción al paisaje gris de la capital, luego Bondy lo llamaría ‘tul de niebla’.

Pero a todo, no somos la única ciudad en la que se utiliza esta frase para expresar ese cielo oscuro que quiere llover, pero ni llovizna; que quiere abrigar, pero que sofoca, y que de vez en cuando quiere pasar desapercibido, pero su color lo delata. Recordemos que según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), este fenómeno es la acumulación de nubes de baja altura, el resultado de la acción de los vientos alisios que empujan esos algodones con otros hasta producir una acumulación gris. Lo cual siempre sucede en el cielo limeño.

De igual forma se repite en otras regiones del mundo como en las Islas Canarias, al norte de África y, en ese sentido, algunas zonas de España, como la comarca manchega de La Manchuela.

Azul o gris. Sombrillas o paraguas. Helados o café. Sí, regresamos al dilema que se plantea con frecuencia antes de salir para complacer algunas de las opciones mencionadas. En fin, sólo sabemos que es temporada de playas y piscinas, pero a estas alturas usted ya lo sabe.



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